LA CALABAZA. Una gran amiga de las arterias.

Han sido muchos y muy variados, los usos que a lo largo de la historia se han dado a este vegetal.

La peculiar composición de su pulpa la hace uno de los mejores alimentos que se pueden tomar para favorecer la salud de nuestras arterias.

Se trata de uno de los alimentos más bajos en grasa y en sodio. Destaca por su riqueza en beta caroteno (provitamina A) que protege la pared de las arterias y en minerales como el potasio y el calcio. Su contenido en fibra soluble también es destacable con un gran efecto saciante

Es muy recomendable en personas hipertensas por su bajo contenido en sodio y alto en potasio

La pulpa de la calabaza es capaz de  neutralizar el exceso de acidez en el estomago, debido a su riqueza en sales minerales alcalinas. Además de ejercer una acción emoliente (suavizante) y protectora sobre la mucosa (capa interna) del estómago

Como tomar calabaza

Se puede tomar asada, cocinada en sopa, en guisos o en purés… de igual manera está deliciosa y a los niños les encanta por su sabor un tanto dulce

Sus semillas – también llamadas pipas- se pueden consumir crudas o ligeramente tostadas. Tienen un sabor dulce, agradable y aportan un toque crujiente. Se utilizan en multitud de recetas, dulces o saladas, e incluso como complemento a los cereales del desayuno.

Tanto ellas como su aceite son muy ricos en vitamina E, acido linoléico, zinc y hierro.

Un cuarto de taza de semillas de calabaza contiene casi la mitad de la cantidad diaria recomendada de magnesio,  el cuarto mineral más abundante de nuestro organismo, imprescindible para multitud de reacciones bioquímicas relacionadas con el funcionamiento de los nervios

Son una de las mejores fuentes de omega 3, antioxidantes y fibras. Son también ricas en triptófano, un aminoácido que nuestro cuerpo lo convierte  en serotonina.

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