Arándanos

El arándano es una baya pequeña cuyo uso alimentario ha quedado relegado a la de una simple guarnición de platos suculentos o en confituras que servirán para el relleno de tartas y pasteles.

Esta pequeña fruta es de color azul oscuro, pero existen otras especies de color rojo. Todos ellos tienen una pulpa jugosa, agridulce y aromática. Los arándanos rojos suelen ser un poco más ácidos.

La conservación de los arándanos es muy limitada, por lo que lo ideal es consumirlos en poco tiempo de su recolección. Combinan muy bien con leche o yogur. Otra manera de tomarlos es en forma de jugo o bien hacer compotas o mermeladas.

La mayor parte de los hidratos de carbono que contienen es en forma de fructosa (azúcar de la fruta), muy pocas grasas y proteínas. Entre los minerales destacan el potasio y entre las vitaminas, la A

Sus propiedades medicinales se deben a los taninos y las antocianinas, que en conjunto le confieren una acción antiséptica, protectora vascular y astringente.

Los arándanos son ideales para las mujeres, pues combaten las infecciones urinarias y mejoran la circulación venosa en las piernas. Su jugo ejerce una acción antiséptica y antibiótica sobre los gérmenes causantes de las infecciones urinarias.

Por su contenido en antocianinas, los arándanos, actúan como protectores de las paredes de los vasos capilares y venosos. Reducen la inflamación e hinchazón de los tejidos. Su consumo habitual se recomienda en casos de piernas cansadas, varices, flebitis y úlceras varicosas, así como en las hemorroides.